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domingo, 30 de marzo de 2014

30 de marzo. La Ruta Austral: Un secreto al sur del silencio.

No hay manera de que me ponga al día con el blog. Cuando no es la conexión, es el ordenador o el cansancio o cualquier compromiso social...la cuestión es que se me acumulan las etapas en la libreta y no encuentro el momento de compartirlas con vosotros en el blog. Por eso voy a resumiros lo que ha sido este primer mes de pedaleo por la ruta Austral. Un mes increible, por lo duro de la carretera y por lo bello del paisaje.

Si se acabara este viaje hoy mismo, llenariamos las alforjas con un buen monton de experiencias únicas. Desde la impresión del glaciar Perito Moreno, hasta el pedalear al lado, por el que para mi, es el rio más bonito del mundo, el Baker con sus aguas azul turquesa que nacen en el lago General Carrera de aguas mas turquesas si cabe. O ver la mezcla de las aguas del rio Baker con el Neff, unas azules y otras lechosas del glaciar, creando un jaspeado de colores de dificil descripción pero bello en todas sus definiciones.

La ruta Austral es agreste y responde a leyes de la naturaleza para nosotros incomprensibles. Glaciares colgantes que desafian a la gravedad, que al ser admirados desde una carretera con una vegetación más propia de una jungla, crea un contraste exclusivo de esta parte del mundo.

Circular en bicicleta por este lugar es como pedalear por un parque temático. Pasas por valles, cañones al lado del rio cisnes donde puedes ver a los salmones remontar el rio, ventisqueros, cascadas a piede de camino, riachuelos de agua potable en cada recodo del camino, fiordos donde se mezclan las aguas saladas con las dulces con las heladas del glaciar y donde se pueden ver delfines saltando y rompiendo el espejo que es la superficie del fiordo, condores, aguilas, bandurrias con su caraceristico canto (o grito), huemules (no hemos visto ninguno pero los carteles los anuncian), guanacos, llamas, perros (estos cariñosos no como los de Bulgaria)...un catálogo de lo mejor de la Patagonia.

La ruta Austral tiene una longitud de unos 1300km de los cuales solo unos 200km son de asfalto, el resto es rípio que hace dificil y lento el circular con una bicicleta cargada con alforjas. Las ruedas que tan buenos resultados me dieron en mi viaje a China (recordar que en 14.000km no pinché ni una sola vez) ahora se han vuelto un infierno para esta ruta. No tienen agarre y hace que tengas que bajarte de la bici a empujarla en cada repecho y te caes de ella en cada bajada. Te obliga a estar con la mirada y la concentración puesta en el camino y te impide admirar muchas veces el paisaje, a no ser que te pares.

En una de esas bajadas, doblo la rueda de delante al meterla entre las dos tablas mojadas de un puente. La ostia es mayúscula, yo salgo ileso pero nos obliga a quedarnos dos días en Miñahuales en el hospedaje de la sra. Ruth una mujer con una perspectiva y sabiduría de vida que te obliga a escucharla por horas. Yo debo recular (en bus) 90km hasta la ciudad de Coyhaique para intentar enderezar la rueda y proseguir el viaje. Consigo que un "maestro" bicicletero le ponga su mágia y vuelvo a Miñahuales con la rueda más o menos redonda.

No sólo la bici requiere cuidados, nuestras maltrechas piernas se merecen un descanso y lo encontramos en las Termas de Puyuhuapi. Aguas naturales de todas las temperaturas y colores. Del descanso de Puyuhuapi a la adrenalina del rafting en el rio Futaleufú, meca mundial para este tipo de practicas.

En Fualaleufú abandonamos la Austral para adentrarnos en Argentina, buscando calor y asfalto y tambien para seguir pedaleando por parques nacionales como el de Nauel Huapi o Los Alerces. En este último la amenaza del virus Hanta nos impide acampar en cualquier lugar e incluso campings y senderos estan cerrados. La floración de una caña que ocurre cada 70 años produce una cantidad de alimento que hace que la comunidad de ratones colilargos se reproduzcan y lo mas peligroso cambien su conducta, de nocturnos pasan a diurnos y algunos de ellos pueden contagiarte por inhalación o por sus heces este virus mortal para el ser humano y que ya se ha cobrado dos o tres vidas. Las medidas preventivas rayan la exageración pero no puedes obviarlas.

Y finalmente después de varias etápas tranquilas y soleadas llegamos a Bariloche una ciudad cimentada con las influencias de alemanes y suizos y se nota en sus fábricas de cerveza y en las tiendas de chocolate. Desde aqui se nos presenta un dilema; volver a Chile o seguir por la ruta nacional 40 hacia el norte de argentina. Ambas opciones nos hablan de muchos kilómetros y días de pedaleo carentes de interés y peligrosa por el tráfico, por lo que estamos barajando la idea de meter las bicis en un bus y saltarnos la ventosa y aburrida pampa.

En el embarque de las termas de Puyuhuapi

Abandonamos en barco el paraíso de las termas



parada de bus en Puyuhuapi

los cielos argentinos en la Patagonia

El lago....un lago!

Las barreras contra el colilargo

Acampando antes de llegar a bariloche

El cielo de Bariloche

El Baker

Puente sobre el Futaleufú

El caballero de la Patagonia

Parque Nacional Los Alerces

Escribiendo en el diario

rafting en el Futaleufú

El Futaleufú

De nuevo cielos argentinos

4 comentarios:

  1. Todo super precioso! gran aventura! lo mas dificil debe ser decir Fualaleufu comiendo un polvoron.. ya nos contareis ! cuidaros!

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  2. Hola angel y marta, que bueno que disfruten de la vida de la manera que a mi me gustaria, por aqui estuvo biciclown, tienen tanto en comun que hasta tiene una compañera que se llama martina, ya van por colombia seria bueno que se pusieran de acuerdo y se encontraran. yo salgo en bici de vez en cuando. que Dios los proteja de todo mal y peligro, saludos desde venezuela.

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  3. cualquier decisión será buena! disfrutadlo chicos!

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  4. Que bueno Angel, una gran aventura !!
    Besos a los dos y cuidaros mucho
    Por cierto la barba te queda chachi!!

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