A las 8:30am he bajado a la recepción de la residencia para deportistas con todas las bolsas y he cargado la bici. Le he preguntado a la chica de la recepción donde podía desayunar y después de pensárselo tres segundos me dice que me siente y me trae chay, pan de burbujitas y queso...estupendo. Esperaba tener que pagar 200.000 por la habitación (eso es lo que me dijeron anoche) pero nadie me ha reclamado nada y a las 9:00am abandono la residencia sin mirar atrás. Al salir a la calle noto en mi cabeza un aire caliente y miro hacia la fachada para ver si me he colocado debajo del surtidor del aire acondicionado...no había surtidor, era la temperatura externa. A las 9 de la mañana marcaba 32º...No hace falta ser muy listo para saber que hoy lo voy a pasar mal.
En este día cometo tres errores que voy a intentar que no pasen más:
1º. No abastecerme de agua suficiente, por confiar que encontraría chiringuitos de carretera...no ha sido así.
2º. No abastecerme de comida energética (fruta seca, plátanos o barritas o galletas) por confiar que los encontraría en el camino...no ha sido así.
3º.No tener una gorra para evitar el recalentamiento de mi cerebro.
Desde Garmsar hasta Semnan todo es aridez y desolación; no hay ni árboles ni animales, a excepción de insectos. Cuando llevo una hora pedaleando, a unos 50 mts hacia el interior del desierto, unos brazos me hacen señas para que vaya. Son los trabajadores de la carretera que están tomando chay a la sombra de un camión. No me lo pienso y acudo a la invitación. Saludo a los seis trabajadores con un salam y un apretón de manos y me llenan una taza de té. Hablamos de fútbol y de lo de siempre mientras espantamos las millones de moscas que acuden al azúcar del té. Nos hacemos una foto y prosigo mi camino. A los sesenta kms recorridos me quedo sin agua y la boca más seca que la suela de un zapato. Voy notando como voy disminuyendo la velocidad km a km y las fuerzas me flaquean. El cuentakilómetros marca 43º. Empiezo a creer que no voy a llegar a Semnan a la hora que me espera Mohhamad y estoy pensando seriamente en encontrar una sombra y apalancarme unas horas hasta que pase la chicharra, pero no tengo agua y estoy sediento...tengo que continuar.
 |
| No se puede apreciar pero en la foto hay 2 millones de moscas posando. |
 |
| En medio a la derecha la temperatura...43º |
Ese agua y esa fruta me permite llegar hasta Semnan. Llamo a Mohammad y me pasa a buscar con su coche y lo sigo hasta su oficina. Allí con lo primero que me reciben es con un helado.
Mohammad es un tio genial, muy volcado en su empresa pero atento con su invitado como es habitual en todos los Iranies.
Me lleva a su nuevo apartamento, me ducho y me recoge para tomar un zumo con dos amigas suyas (guapísimas) que supongo, tienen curiosidad por conocer al español. De ahí nos vamos con coche a visitar algunas partes de interés de Semnan y alrededores. Cenamos pizza y volvemos a casa de sus padres que es donde vamos a pasar la noche.
Lo peor: Estos desiertos dejados de la mano de Alá....pero, ¿quien ha inventado el desierto?
Lo mejor: Mohammad y su sentido del humor y de la hospitalidad.
Esta etapa va dedicada a http://www.bicicletassinfronteras.org/ que estan llevando cabo un proyecto muy bonito en el Empordà. Arreglando y ofreciendo bicicletas a los más desfavorecidos. Así que si tienes un bici que no usas o vieja y quieres deshacerte de ella, ponte en contacto en esta web. Ellos la arreglaran y se la ofrecerán a quien más la necesite.
Distancia: 117km Tiempo: 5h 08min. Vel. media: 21,7 Vel. max: 44,4
No hay comentarios:
Publicar un comentario