Seleccionar idioma

miércoles, 4 de abril de 2012

31 de marzo al 3 de abril. DESCANSO. SOFÍA


La felicidad del reencuentro queda eclipsada momentaneamente a descubrir que el soporte del cuentakilómetros que me traen desde Figueres no me sirve. Me doy cuenta de lo frágil que es la línea entre la felicidad y la tristeza cuando tu bienestar depende de las pocas cosas que llevas y una de ellas se te rompe. El vino y la buena compañía obra milagros y hace que me olvide del cuentakilómetros por cuatro días.

La catedral al fondo, yo en primer termino y los Cabrone en medio


Sofia es la tercera capital europea más antigua, con cuatro millones de personas de las cuales tres millones novecientas noventa y nueve mil son gitanos. Sofia tiene dos caras, una limpia y monumental y otra sucia y decadente, esta última es la que más metros cuadrados tiene. Puedes ver el esplendor de épocas pasadas en todos sus edificios y calles, pero el mantenimiento brilla por su ausencia. Aceras levantadas (que no es raro tropezar cinco o seis veces al día), calles mal adoquinadas repletas de vías de acero, donde conviven coches, tranvías, autobuses eléctricos, autobuses de gasóleo y perros...porque hay perros para aburrir. Todo esta incomodidad se te quita cuando ves aparecer entre edificios semi-derruidos una impresionante mezquita o una sinagoga. La catedral Alejandro Nevski es una maravilla cojas por donde la cojas y sus alrededores nada tiene que ver con el gitaneo del centro.
Catedral Alexander Nevski

En el centro, lo que si se puede hacer, a parte de tropezarte con una baldosa levantada, es comer. Si algo no se puede criticar es la gastronomía de Sofia. Se come muy bien y baratísimo. Otro día más comiendo en el restaurante Happy y las camareras de minifalda roja nos hacen una ola. El primer día lo teníamos todo visto. El segundo nevó y nos refugiamos en unos grandes almacenes del centro.
Nevando en Sofía

Al día siguiente alquilamos un coche y recorrimos 120 km hacia el sur de Bulgaria para ver el Monasterio de Rila, el más exquisito ejemplo de la arquitectura en Bulgaria. En medio de las montañas, una joya, icono de la quietud. Remanso de paz y silencio, sólo roto por los pasos de un monje místico, de largas barbas y túnica negra...hablando por el móvil.

Monasterio de Rila con restos de la nevada del día anterior
Monasterio de Rila


Al día siguiente el plan es Plovdiv (Podri, como diría Raquel). Es un pueblo a 140km hacia el este y que todo el mundo recomienda por su casco antiguo de casitas reforzadas con vigas de madera y característicamente pintadas. El anfiteatro y la calle comercial repleta de tiendas. Nos levantamos temprano para aprovechar el tiempo y descubrimos que nos han puesto un cepo en la rueda del coche. Lo teníamos en zona de pago. Son 10 levas (5€) si quieres recuperar la movilidad del coche. Pagamos y nos vamos a Plovdiv. Las casitas no están mal, pero un Besalú o un Castellfollit de la Roca le da mil vueltas.


Cena en el Happy (otra vez) viendo el barça. Al día siguiente es el día la partida unos para España y otro (un servidor) para Asia.

Cena en Chevermeto, un local muy típico de Sofía


Han sido cuatro días fantásticos con gente única, hemos reído a pecho partido y echo broma de cualquier cosa, desde una palabra, hasta un malentendido. Sólo cuando uno se da cuenta que ese estado de felicidad absoluta tiene las horas contadas es cuando, de nuevo, sentimientos tan humanos como la amargura, el desánimo y el desconsuelo afloran haciendo que te pongas de "uñas" con el mundo y con los tuyos...No son fáciles las despedidas, y menos en Bulgaria. De echo nueve de cada cinco médicos recomiendan no despedirse en Bulgaria.


Gracias amigos por estos cuatros inolvidables días. Os quiero cabrone!


Lo peor: Lo difícil que es comunicarse en otro idioma cuando el otro no quiere comunicarse contigo.
Lo mejor: Comer, beber, amar, reír....en buena compañía.

Estos días están dedicados a Raquel, Jóse, Mireia, María y especialmente mi Feli.

1 comentario:

  1. Hola angelillo!! Estamos de vuelta a casa. Han sido unos dias magnificos! Hasta un cepo nos ha echo reir.De hecho el viaje ya empezo con muy buen pie con la esplendida cena q nos preparaste,y a partir de ahi todo han sido momentos magicos de risas y diversion...Esperamos que a pesar de la tristeza de la despedida,estos dias sean una inyeccion de energia positiva para seguir.
    Lo peor:la ducha y la rancia de victoria
    Lo mejor:la buena compañia (y con eso viene todo lo demas)
    Jose (me tienes seco pija),Raquel (que lastimica!),Mireia (esta vez no me has pillao!),Maria (la chica martini),y Feli (ya sabes...)Besos

    ResponderEliminar