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lunes, 30 de julio de 2012

29 de julio. Lingshi-Pingyao. "El mono borracho en el ojo del tigre"



60km me separaban esta mañana de la fea y contaminada Lingshi a la sugerente y espectacular Pingyao. La ciudad antigua amurallada mejor conservada de toda China. Pasear por sus calles es como estar dentro de una película de Jackie Chan. En cualquier momento alguien va a atravesar uno de los ventanales de madera de un restaurante y caer en medio de la calle. Casas de una sola planta de ladrillo gris, teja gris y abuelo con barba larga gris...bueno, y farolillos rojos por todos lados.

Busco el hostal que menciona la guia y acierto de pleno. El Yamen Hostel lo llevan unas chicas muy majas, que hablan un perfecto inglés. El hostal es una antigua residencia Ming con un precioso patio interior y con unas habitaciones tradicionales con cama de piedra, colchón fino y mesita de madera en medio de la cama.


Después de la ducha salgo a comer algo y realmente la oferta es abrumadora, tanto en restauración, en hoteles, como en tiendas de souvenirs.

Hace mucho calor y a las 15h. después de comer, me vuelvo al hostal a dejar pasar la canícula de las primeras horas de la tarde.

A las 17h. me dirijo hacia la oficina de billetes para comprar un único billete que te permite entrar en todos los templos, casas antiguas y murallas de la ciudad. Al lado de la oficina, el primer lugar de interés; El Antigua Edificio del Gobierno, con infinidad de salas, patios y corredores. No doy a vasto para hacer fotos.

Salgo de allí y me dirijo a las murallas. Como las de Xi'an, estas también se pueden recorrer por encima, pero cierran a las 19:30h y falta media hora, así que lo dejo para mañana. Salgo fuera de la ciudad amurallada atraido por la música de un escenário al aire libre. Estan haciendo los preparativos para un festival multidisciplinar (veo militares, niñas vestidas de gala, tambores y en un lado del patio se entrena una escuela de Kung-fu). Los observo largo rato, son buenos y en un momento de su descanso me dirijo al lider del grupo y le enseño el mensaje de mi movil que dice que un servidor en el año 91 obtuve un 2º puesto en el Campeonato del Mundo de Kung fu en Pekín. No tarda ni un segundo, que me hace el saludo de respeto (juntando el puño derecho en la palma de la mano izquierda). Hablamos lo que podemos y los dejo seguir entrenando. Me ha emocionado reencontrarme con practicantes del arte marcial al que dediqué tantos años de mi vida y que sin conocerme me mostrasen admiración y respeto. Por un momento me han dado ganas de volver al maravilloso mundo de repartir ostias...pero no, ahora estoy en el maravilloso mundo de repartir sonrisas...Pero me he ido de allí con una pregunta rondándome la cabeza;

¿Si le pego a Manuel Benitez El Cordobes y a Marilyn Manson, estaría repartiendo ostias a diestro y siniestro?

Me vuelvo al interior de las murallas y es hora de buscar un lugar para cenar. No me complico y en un local que veo muchos letreros en inglés ahí que me meto. En el menú, spagetti carbonara...me apetece! A mi lado se sienta una pareja que tiene toda la pinta de ser españoles y efectivamente lo son, de Burgos y me uno a ellos y cenamos juntos. Mi primera charla larga en castellano en los últimos cuatro meses.

A las 12pm apagan las luces de las calles y de los comercios y la ciudad se sumerge en la oscuridad total...pues yo también.



Lo peor: Algunos vehículos motorizados que recorren las callejuelas...si no fueran por estos el viaje a la Dinastía Ming sería auténtico.

Lo mejor: Pingyao ciudad antigua.



Etapa para el recuerdo de los que en el año 91 llegamos a la final en el Campeonato del Mundo de Wushu (Kung-fu) en Pekín...Lorenzo Pavón, Javi Moya y yo,



Distancia: 68km. Tiempo: 2h 52min. Vel. media: 21,7 Vel.max: 52,1








1 comentario:

  1. Recordando viejos tiempos, el respeto es fundamental, maestro de kung-fu saluda a mestro de kung-fu. Ya esta todo dicho.
    Salut i sort.

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