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lunes, 2 de julio de 2012

30 de junio. Kuqa-Luntai. "118 km en la escala Ritcher"



A las 5am me despierta un terremoto de 6,3 grados en la escala Ritcher que mueve la habitacion del hotel como si fuese de goma durante 5 largos segundos.

Me levanto y me asomo a la ventana esperando ver gente corriendo y sólo oigo los ladridos y aullidos de los perros y el rugido (porque sonava como un león) de un camello, supongo...

He metido mi telefono en la bolsa de mano y me he puesto las sandalias por si había otra sacudida y tenía que salir corriendo con lo esencial. No ha habido más sacudidas. Pero ya me ha desvelado para el resto de la noche...la cuestión es no conciliar un sueño profundo reparador de ocho horas como mandan los cánones (de Nabarone).

                                                    
Bajo a desayunar sabiendo que no hay nada que me guste y sorpresa, ya no queda nada, ni que me guste ni que no me guste. Pero no reclamo porque por los restos de las bandejas lo que hay no me va a gustar. Aquí no saben desayunar!. Suerte que ayer hice la compra del super y tengo provisiones.

Me zampo medio kilo de yogurt con dos platanos y medio litro de yogurt liquido sabor datil rojo....me sienta fatal. Se han acabado los yogures en china, no los digiero bien.

Salgo con viento de cara y de buen inicio ya se que la etapa de hoy va a ser dura. Detrás de mi se acerca una tormenta y eso hace que, al poco, se gire el viento y me favorezca. Viento fuerte que arrastra la arena. Me adelantan botellas, matojos y cartones. Veo por el retrovisor como se acerca el "negror" de la tormenta de arena, pero voy muy rápido y confio que voy a ir "surcando" la tormenta...ni harto vino! La tormenta de arena me pilla de pleno. Los coches con los cuatro intermitentes. Apenas se ve nada, sólo se oye el fuerte ulular del viento y los estruendos de los truenos. La arena a precedido al agua. Chaparrón que te crió, que me ha dejado calado hasta los huevos...manda huesos! (o viceversa). El indice de precipitaciones en verano en el desierto del Taklamakan debe ser de un 3%...pues he pillado el tres, el palito y las dos bolitas!

A falta de unos 20km para llegar a Luntai me refugio en una gasolinera. Las chicas de la gasolinera me dejan un cuarto con calefación. Me cambio de ropa y a la hora deja de llover y reanudo la marcha. Ahora el viento es fuerte del lado izquierdo y me obliga a ir inclinado. Cuando pasa un camión y me tapa el viento salgo disparado hacia el centro de la carretera. Tengo que ir con mucha concentración. Llego al hotel SanBao y me digo ¡salvado! He echo una media de 25 km/h en 118km...no está mal.

A las pocas horas salgo a cenar y veo por primera vez los taxi-triciclo. Me meto en un restaurante chino y con el traductor del teléfono le digo que quiero arroz y algo que no sea picante. Le insisto que no pique que no ando muy fino del estómago. Me hace un gesto como diciendo ya se lo que necesitas...me trae un plato de pollo con cacahuetes y verduras y guindillas. Que si quisiera que pique más le tendría que echar un puñado de avispas y escorpiones. Y encima no me trae el arroz...¿como se lo tengo que explicar? ¿en chino?...pues si, pero me parece que ni en chino.



Lo peor: El chaparrón, que aunque es emocionante mientras lo vives, te deja un trabajo de secado de ropas y calzado y la bici echa un asco.

Lo mejor: Cuando vuelas encima de la bici, la sensación es de libertad absoluta y de poderío.



Etapa que quiero dedicar a Sergio Fernández Tolosa que a atravesado los siete mayores desiertos del mundo durante cuatro años y lo explica e ilustra de forma maravillosa en su libro "7 desiertos con un par de ruedas".



Distancia: 118km Tiempo: 4h 43min. Vel.media: 25 Vel. max: 52,5



1 comentario:

  1. Ostres, quin dia! Sort que et llegeixo al revés i ja he vist que estàs la mar de bé i de descansat!

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